seco, sucio, hastiado de la vida.
Te ofrezco un perrito
que se las arregla royendo un par de
huesos de dolor.
Te ofrezco ser un viejo libertino
o una madre judía.
Te ofrezco un buen negocio.
Te ofrezco rehenes
para que los tortures por las noches.
Te ofrezco un payaso
de lengua cortada, y alguna que otra
vieja religión.
Te ofrezco una guitarra en el ropero
y una risa sin boca.
Te ofrezco un buen negocio, pero
no me pidas amor. Que toda entelequia
preludia una bancarrota.
Néstor Barron .-
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